Brote de sarampión reaviva las alarmas sanitarias

España ha registrado un aumento significativo de casos de sarampión en varias comunidades autónomas, lo que ha llevado a las autoridades a declarar una alerta sanitaria preventiva. Aunque el país contaba con una alta cobertura vacunal en años anteriores, el repunte se atribuye a la bajada de inmunización durante la pandemia y la llegada de viajeros no inmunizados. “Estamos ante un brote controlable, pero no podemos bajar la guardia”, señaló la ministra de Sanidad, Mónica García. El sarampión, pese a su imagen de enfermedad infantil, puede causar complicaciones graves en adultos y personas con inmunidad debilitada.

¿Qué es el sarampión y por qué es tan contagioso?

El sarampión es una enfermedad vírica altamente contagiosa, transmitida por gotas respiratorias. Una sola persona infectada puede contagiar a entre 12 y 18 personas no inmunizadas. Los síntomas comienzan con fiebre alta, tos, conjuntivitis y pequeñas manchas en la boca (manchas de Koplik), seguidos por una erupción cutánea característica. Lo que hace al sarampión particularmente peligroso es su capacidad de propagación incluso antes de que aparezcan los síntomas visibles. Según la OMS, “el sarampión es una de las enfermedades más contagiosas conocidas por el ser humano”.

La importancia crítica de la vacunación

La vacuna triple vírica (sarampión, paperas y rubéola – MMR) es la herramienta más eficaz contra el sarampión. Se administra en dos dosis y ofrece una protección superior al 95%. No obstante, pequeños descensos en la cobertura pueden permitir rebrotes. En algunas zonas de España, la cobertura ha caído por debajo del 90%, nivel considerado de riesgo. “El sarampión no vuelve por casualidad, sino cuando se relajan las medidas de protección colectiva”, advirtió la Asociación Española de Pediatría. Por ello, el Ministerio de Sanidad ha lanzado una campaña de vacunación de refuerzo, especialmente dirigida a adultos jóvenes y personas que no recuerdan haber sido inmunizadas.

Comunidades autónomas refuerzan sus estrategias

Regiones como Cataluña, Madrid y Andalucía han intensificado los controles sanitarios, con cribados masivos en centros escolares, campañas informativas y activación de redes de rastreo de contactos. También se está facilitando el acceso gratuito a la vacuna en centros de salud y hospitales. Además, los servicios de epidemiología están monitorizando casos sospechosos en tiempo real. “La coordinación entre comunidades es clave para frenar la cadena de transmisión”, explicó Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias.

Sarampión y población migrante: un reto de salud pública

Las autoridades han identificado que parte del brote actual afecta a personas procedentes de países con baja cobertura vacunal. Esto pone de manifiesto la necesidad de estrategias inclusivas de salud pública. El reto no es solo médico, sino también social y cultural. Se están desarrollando campañas multilingües y se han habilitado puntos móviles de vacunación en barrios vulnerables. “La protección debe ser universal; nadie debe quedar fuera del escudo inmunitario colectivo”, subraya la Cruz Roja Española, que colabora activamente en la difusión de información y vacunación entre personas migrantes.

Desinformación y reticencia vacunal: el enemigo invisible

Uno de los grandes desafíos en la lucha contra el sarampión no es el virus, sino la desinformación. A pesar de décadas de evidencia científica, aún persisten mitos que relacionan la vacuna con enfermedades como el autismo, lo cual ha sido ampliamente desmentido. El auge de redes sociales ha amplificado estos mensajes, dificultando las campañas sanitarias. “Las fake news matan. Vacunarse es un acto de solidaridad y responsabilidad colectiva”, advirtió la OMS en su última campaña contra el escepticismo vacunal. España planea reforzar su estrategia de comunicación en colaboración con expertos y medios.

Vigilancia nacional y protocolos en marcha

El Sistema de Vigilancia Epidemiológica ha sido reforzado para detectar rápidamente nuevos casos. Los profesionales sanitarios tienen la instrucción de notificar cualquier sospecha, y se están aplicando medidas de aislamiento preventivo para los infectados. Además, se ha solicitado a los centros escolares que revisen los historiales vacunales de su alumnado. “La vigilancia activa y una respuesta inmediata son nuestras mejores armas”, afirmó el portavoz de la Sociedad Española de Epidemiología. También se ha activado una coordinación estrecha con los países de la UE para evitar la propagación transfronteriza.

¿Qué hacer si se sospecha un caso de sarampión?

Ante síntomas compatibles, se recomienda no acudir directamente a centros de salud sin llamar previamente, para evitar contagios. Se debe contactar con el servicio médico local o con el teléfono de atención al ciudadano. Si se confirma un caso, se insta a permanecer en aislamiento domiciliario y seguir estrictamente las indicaciones sanitarias. Las autoridades insisten en que, con medidas adecuadas, la enfermedad es completamente prevenible. “Detectar a tiempo y actuar rápido salva vidas”, es el lema de la campaña lanzada por el Ministerio de Sanidad.

Mirando al futuro: blindar la inmunidad colectiva

Este brote debe servir como recordatorio de la importancia de mantener altas coberturas vacunales y de tener sistemas de respuesta sanitaria preparados. España, que había sido declarada libre de sarampión autóctono en 2017, ahora debe reforzar sus defensas. Es fundamental recuperar la confianza de la población y garantizar que ninguna generación quede sin proteger. Como subraya la doctora María José Sierra: “La vacunación es un derecho, pero también una responsabilidad para proteger a quienes no pueden inmunizarse”.

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