¿Qué son los VMP y por qué están en el centro del debate?
Los Vehículos de Movilidad Personal (VMP), como los patinetes eléctricos, se han convertido en una solución práctica y sostenible para moverse en las ciudades. Sin embargo, su uso ha crecido más rápido que la regulación, generando conflictos de seguridad vial. Estos vehículos están pensados para desplazamientos individuales, pero muchos usuarios los utilizan para transportar a más de una persona, lo cual representa un riesgo serio. Como destaca la Dirección General de Tráfico (DGT), “los VMP no están diseñados estructuralmente ni legalmente para llevar a más de un ocupante”.

Riesgos al transportar pasajeros en VMP
Transportar a otra persona en un VMP puede parecer inofensivo, pero aumenta significativamente el riesgo de accidente. La falta de estabilidad, el exceso de peso y la reducción del control hacen que cualquier maniobra simple se vuelva peligrosa. En caso de colisión o frenada brusca, el segundo ocupante no cuenta con elementos de seguridad ni espacio suficiente para sujetarse. Según un informe de la Fundación Mapfre, “el 30% de los accidentes graves con patinetes eléctricos involucraron situaciones de sobrecarga o mal uso del vehículo”.
Nueva normativa: una prohibición clara
Con el objetivo de proteger a usuarios y peatones, las autoridades han endurecido la normativa: queda expresamente prohibido transportar ocupantes adicionales en VMP. Esta medida responde a un aumento de incidentes y pretende reforzar el mensaje de que estos vehículos no son juguetes ni sustitutos improvisados del transporte público. El Reglamento General de Circulación especifica que “los VMP deben ser utilizados exclusivamente por una sola persona, mayor de edad, y con el casco recomendado o exigido, según la normativa local”.
Multas y sanciones por incumplimiento
El incumplimiento de esta normativa conlleva sanciones económicas. Las multas por transportar a otro ocupante en un VMP pueden ascender hasta 200 euros, dependiendo del municipio. Además, en caso de accidente, el seguro podría no cubrir los daños ocasionados, por tratarse de un uso indebido del vehículo. “Conducir un VMP con acompañante no solo es ilegal, también es una imprudencia que puede salir muy cara”, advierte el portavoz del Área de Movilidad Urbana de la Policía Local de Madrid.
Casos reales que han generado alarma
Numerosos accidentes han puesto de manifiesto los peligros de esta práctica. En ciudades como Valencia, Barcelona o Málaga, se han registrado colisiones que involucraban patinetes con dos ocupantes, algunas con consecuencias graves. En uno de estos casos, un menor que viajaba como pasajero sufrió un traumatismo craneal al caer del vehículo en movimiento. La madre, que conducía el patinete, enfrentó cargos por negligencia. “La falta de concienciación y el desconocimiento de la norma son un cóctel peligroso en nuestras calles”, señaló un informe del Instituto de Seguridad Vial.
Educación vial: clave para una convivencia segura
Más allá de las multas, es esencial fomentar una cultura de respeto y responsabilidad en la vía pública. Los VMP pueden ser aliados en la movilidad urbana si se usan correctamente. La educación vial debe abordar desde edades tempranas el uso adecuado de estos vehículos, sus limitaciones y los riesgos asociados al incumplimiento. Como subraya la Fundación Española para la Seguridad Vial (FESVIAL), “la educación y la regulación deben avanzar al mismo ritmo que la tecnología de la movilidad”.
Alternativas seguras y legales para compartir trayectos
Si se desea viajar acompañado, existen alternativas más seguras y reguladas, como bicicletas con sillitas homologadas, ciclomotores o vehículos de movilidad compartida debidamente diseñados. Algunas plataformas de movilidad incluso ofrecen opciones de tándem o bicis eléctricas dobles que sí cumplen con las normativas vigentes. “Compartir trayectos sí, pero con vehículos preparados para ello”, afirma la Asociación Española de Fabricantes de VMP, recordando que adaptar el medio al uso previsto es esencial para garantizar la seguridad.

Hacia una movilidad urbana más segura y sostenible
El objetivo de estas restricciones no es limitar el uso del VMP, sino integrarlo de forma segura en la movilidad urbana. Las ciudades evolucionan hacia modelos más sostenibles, pero también requieren una mayor responsabilidad individual. Respetar las normas, usar casco, circular por zonas habilitadas y evitar riesgos innecesarios es parte de construir una cultura vial moderna. Como afirma la DGT: “La movilidad del futuro no solo debe ser ecológica, sino también segura para todos”.